El zorro común o zorro rojo es el mamífero más abundante de la familia
de los canidos. Del tamaño de un perro mediano, tiene el cráneo alargado,
hocico muy puntiagudo y las orejas grandes y triangulares. La cola es larga y
está densamente cubierta de pelo, por lo general con la punta blanca. Su pelaje
es suave y espeso y de coloración amarillenta-rojiza.
La capacidad del zorro para incluir cualquier tipo de alimento en su
dieta le permiten adaptarse a una gran diversidad de hábitats, así es capaz de
vivir en bosques, praderas, zonas costeras, mesetas montañosas e incluso en la
tundra alpina o en zonas urbanizadas y densamente pobladas. Últimamente, se ha
hecho un habitual en los basureros periurbanos, donde encuentra comida en
abundancia.
De carácter desconfiado y discreto, tiene hábitos crepusculares y nocturnos,
mientras que por el día permanece oculto entre los matorrales o en el interior
de sus madrigueras.
Aprovechando mi presencia como ayudante de cocina en el campamento de
verano de mi hijo el año pasado, aproveche para observar fauna un poco
diferente de la que suelo observar por la albufera.
El campamento Fte de la Rosa está situado a los pies del macizo del
Caroig, en los confines del término municipal de Enguera. Tierra de grandes
soledades, cielos limpios y puros, salpicada de masías y campos abandonados, y
cuya único aprovechamiento actual parece ser el cinegético.
Confirmando esta última afirmación, abundan los cebaderos de grano,
puestos de caza y revolcaderos para jabalíes. Consecuencia de esto, abundan los jabalíes, zorros, cabras montesas, conejos, perdices, rapaces, etc.
Este zorro se dejó fotografiar porque gustaba de acercarse todas las
noches al campamento a hurgar entre la basura en busca de un poco de comida fácil.
jueves, 17 de julio de 2014
DE CAMPAMENTO EN ENGUERA CON LOS CHAVALES
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