Si bien es cierto que nuestra comunidad no ha sido bendecida en abundancia de bosques de hoja caduca, si hay algunos rincones donde podremos disfrutar de ellos.
Y no hace falta alejarse mucho o hacer grandes viajes, la sierra de Espadan es un buen lugar donde poder saborear este fenómeno. Esta alineación montañosa se encuentra entre nuestra Calderona y el Alto Palancia y es una auténtica isla botánica de gran valor.
En ella se desarrollan comunidades vegetales relictas y casi exclusivas en nuestra comunidad, sobre todo extensos y frondosos alcornocales que junto con la presencia de algunos árboles caducifolios como el castaño, el quejigo y el roble dotan a la sierra de una personalidad única en toda nuestra comunidad.
Así pues, esta mañana hemos ido a Alcudia de Veo a practicar senderismo en un paraje excepcional como es el vallecillo del Jinquer.
Este pequeño valle y sus montañas están cubiertos por un extenso bosque mixto de pinos y alcornoques, mientras que por el fondo del barranco encontraremos cuidados campos de almendras y cerezos cultivados con esmero en pequeñas terrazas.
El objetivo de la excursión es visitar el despoblado del Jinquer y disfrutar del intenso colorido del bosque de castaños, que aunque en realidad no sean más que la agrupación de 10-15 árboles, conforman todo un espectáculo con su intenso color amarillo en contraste con el siempre verde de pinos y alcornoques.
Si queremos enriquecer la excursión y también la dureza, desde este valle parten varios senderos que coronan el pico de la Rapita, que con sus 1.106 metros es la máxima altura de esta sierra.
Ruinas del despoblado del Jinquer |
Pequeña mancha de robledal |
El abuelo del bosque |
Bonito colorido otoñal de los castaños |
Los castaños destacan cual semaforos entre el verde del pinar |
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