Las poblaciones ibéricas son residentes o parcialmente migradoras. Las aves de las áreas más frías abandonan estas zonas en invierno para dirigirse a enclaves más térmicos del sur ibérico o del norte de África. Además, la Península recibe ejemplares foráneos del oeste europeo, que se dirigen a las zonas de invernada situadas en el arco mediterráneo.
Esta ave, típica de zonas abiertas, ocupa formaciones de matorral, campiña, claros de bosque, mosaicos de cultivos o pastizales con arbustos dispersos.
Consume pequeños y medianos invertebrados, principalmente insectos. La dieta puede incluir también algunas semillas y frutos.
Son aves muy confiadas y no huyen de la presencia humana, aunque siempre mantienen una distancia prudencial.
También tienen la costumbre de posarse en lugares elevados, desde los que emite su chirriante reclamo y otea en busca de posibles presas.
En la albufera de Valencia es un nidificante escaso, pero como migrante e invernante resulta común. Regular todo el año en zonas próximas a poblaciones, en la sierra de Les Raboses y zonas de huerta y descampados.
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