domingo, 28 de junio de 2015

CERNICALOS URBANITAS

Por motivos laborales estos últimos días apenas he podido salir al campo.
Afortunadamente a falta de pan bueno son tortas y hasta en la ciudad se puede pajarear un rato y ver cosas interesantes.
La gran cantidad de avecillas que pululan por parques y jardines han atraído y han hecho que se adapten a la ciudad incluso a algunas pequeñas rapaces como los cernícalos.  
En mi barrio se ha instalado una pareja de cernícalos vulgares, a los cuales se les puede ver evolucionar volando entre los edificios y de cuando en cuando se oyen sus reclamos. 
Ayer, el macho se posó unos instantes en la ventana del edificio que tengo justo enfrente. 
Apenas me dio tiempo de montar el teleobjetivo en la cámara y hacerle un puñado de fotos de calidad regulera, pues el objetivo en cuestión en un viejo tele de 500 mm. de más de 20 años y de enfoque manual, pero como testimonio pueden servir.




  

domingo, 21 de junio de 2015

CERNICALO VULGAR

El cernícalo vulgar es un pequeño halcón  de larga cola y alas anchas y relativamente apuntadas, presenta un acusado dimorfismo sexual tanto por lo que respecta al tamaño (las hembras son mayores) como en lo relativo a la coloración del plumaje.
El macho tiene la cabeza gris azulada, con una ligera bigotera más oscura. Su cola también es gris, con una ancha franja negra cerca del borde, que es blanco. Su cuerpo es de color pardo caldero o rojo óxido con motas negras, y su pecho y vientre son beige claro con finas motas oscuras.
La hembra es más parda, tanto cuerpo como cabeza, con barras transversales en el dorso y la cola. Por debajo tiene manchas longitudinales.
Los individuos inmaduros son muy parecidos a las hembras, pero más rayados por la parte inferior.  
Es un habitante característico de las regiones más o menos abiertas, de las áreas cultivadas, los pastizales, las zonas suburbanas y las dehesas, desde el nivel del mar hasta los pastizales alpinos.  
En su vuelo característico, al que debe el nombre, el ave se cierne (Mover las aves sus alas, manteniéndose en el aire sin apartarse del sitio en que están) con la cola extendida en abanico y fuertes aleteos mientras vigila el suelo en busca de presas, lo cual es frecuente observar a lo largo de nuestras carreteras.
Esta especie da muestras de una enorme capacidad de adaptación a la hora de seleccionar las presas de las que se nutre. Sus capturas principales, no obstante, son los micromamíferos (ratones de campo y topillos), los grandes insectos (en particular grillos, saltamontes, langostas y chicharras) y diversos reptiles, así como aves pequeñas y medianas.  
Los individuos ibéricos se pueden considerar residentes, aunque nuestro territorio recibe todos los años un número de invernantes procedentes del centro y norte de Europa y se constituye, además, como zona de paso para los ejemplares que cruzan a África por el estrecho de Gibraltar.   
Su apellido no le hace justicia, pues no hay nada de vulgar en esta pequeña joya alada. 









































martes, 16 de junio de 2015

UN PASEO POR LA PLAYA

Ayer por la tarde justo antes de la fuerte tormenta que se desato, fui a dar un paseo por la playa del Saler a ver si veía gaviotas o limícolos.
Estaba muy nublado, con el mar un poco picado y se notaba que se estaba preparando un buen tormentón.  Me gusta pasear por la playa en estas condiciones por lo inusuales que son por aquí y por la tranquilidad que se respira.
El paseo fue corto pues pronto empezó a llover y la fauna observada muy escasa, reducida a un par de chorlitejos, 1 cogujada y 1 gaviota de Audouin.


Playa del Saler



Gaviota de Audouin

  

jueves, 11 de junio de 2015

JAGUARZO BLANCO Y MORISCO

Las cistáceas, familia que incluye a las jaras y a los jaguarzos, entre otras especies, son unas plantas muy bien adaptadas al clima mediterráneo del centro y sur de la Península Ibérica, soportando gracias a sus aceites y resinas los calores y sequías de los veranos. También están adaptadas a los frecuentes incendios, ya que sus semillas están preparadas para germinar en grandes cantidades al sufrir las altas temperaturas.
El jaguarzo blanco (Halimium halimifolium) es un arbusto erecto muy ramificado, de hasta 1,5 m de alto. Las ramas jóvenes plateadas, las más viejas pardas. Hojas opuestas en cruz, elípticas o lanceoladas espatuladas.
Flores amarillo oro, con manchas oscuras en la base. La floración se produce de marzo a junio, más raramente en julio o agosto. 
Fruto en capsula, situada en el interior del cáliz, persistente, ovoidea y con pelos estrellados abundantes en la zona apical. 
Presente en dunas, arenales, pinares litorales y zonas de matorral seco en el pico termomediterraneo. Especie poco tolerante a los fríos invernales intensos. 
El jaguarzo morisco (Cistus salvifolius) es un arbusto que puede alcanzar hasta un metro de altura. Ramas extendido-erguidas, con corteza grisácea o negruzca. Las hojas, opuestas, son rugosas y pelosas por el haz y el envés, tienen un solo nervio longitudinal. Las flores son blancas con cinco pétalos que tienen una mancha amarilla en la base.
Presente en matorrales en laderas secas y/o pedregosas, en espartales, romerales y tomillares, también en claros de pinar de pino carrasco, generalmente creciendo en suelos de naturaleza caliza o margosa.   
Ambas especies son abundantes en los matorrales del monte de la devesa, sobre todo en los claros que se crean en el pinar después de un incendio.
Curiosamente la flor del jaguarzo morisco es blanca y la flor del jaguarzo blanco es amarilla.


Jaguarzo blanco




Jaguarzo morisco