miércoles, 19 de agosto de 2015

LO QUE FALTABA

Por si fueran pocas las amenazas que sufre diario nuestra querida albufera, estos últimos días se han producido un par de hechos muy desgraciados.
El pasado jueves día 13 de agosto, se produjo un incendio en la devesa que se extendió desde el Camino Viejo de la Mallada Redona hasta las primeras dunas de la zona de los Hierros.
Se especula con que pudiera ser provocado y en total resultaron quemadas cerca de seis hectáreas de una zona que comprende dunas, maquia litoral, saladares y maquia arbolada, y entre las especies afectadas se encuentran el palmito, lentisco, pino carrasco, mirto y enebro marino. 
Afortunadamente, al parecer, no ha dañado a "la única duna que no resultó afectada por el intento de urbanización de la Devesa", la conocida como Muntanyar de la Rambla. 
El caso es que el día 17, apenas cuatro días después, se decretó otro incendio "al parecer en la misma zona" del registrado el pasado jueves, cerca de la Mallada de la Rambla, en la Platja de la Garrofera. 
En este caso el incendio presento dos brotes, y aunque las causas aún estén por determinar se especula con un rebrote, un fenómeno frecuente tras la extinción de un incendio forestal y que deriva de un calentamiento del subsuelo.  
La superficie quemada se calcula en dos hectáreas, de las cuales una correspondería a vegetación de mallada y media a un pinar joven. En este caso parece que no se dañó ningún enebro marino, especie muy valiosa y que en el incendio del jueves pasado arraso a un ejemplar hembra de 60 años de edad. 
Esperemos que la zona se regenere de forma adecuada y con rapidez, porque aunque la superficie afectada ha sido pequeña, la fragilidad del ecosistema de la devesa no puede soportar muchos golpes como estos sin resentirse.


Ubicación de la zona afectada por los dos incendios
Curiosos vienmdo el efecto del fuego


  



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