jueves, 22 de septiembre de 2016

DE CAPA CAIDA

Este mes de septiembre se me está dando bastante mal el tema de fotografiar aves.
El paso postnupcial de limícolas por la marjal está siendo flojo, flojísimo. Y aunque aún tengo esperanzas de pillar algo, de momento es el más insípido que recuerdo en años.
También he intentado ya algunas sesiones para rapaces, sobre todo laguneros y cernícalos, aunque de momento sin resultados. Aunque si bien es cierto, la migración acaba de comenzar y los ejemplares llegados al parque natural todavía serán bastante  escasos. 
Así que visto lo visto, me acerco hasta una pequeña laguna que hace un par de años me deparo buenos momentos y sesiones de fotos muy fructíferas. Sin embargo, en la sesión de esta mañana sigue la tónica de decepción de todo lo que intento este mes. En primer lugar la laguna está bastante fea y sucia, con abundantes trozos de cañas rotos y restos de vegetación. Encima está muy escasa de aves, pues en unas 3-4 horas, solo he podido fotografiar un par de calamones, algún pato, una cigüeñuela y un par de garcetas comunes. 


Calamón




Cigüeñuela


Hembra de anade real

Garceta común sombreandose

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