El enfangado de la marjal sigue avanzando a buen ritmo, de hecho los
arrozales más periféricos y alejados del lago ya están casi todos enfangados.
Esta acción atrae a infinidad de aves que acuden al reclamo de una
comida fácil en forma de infinidad de cangrejos y pececillos que los tractores
sacan a la superficie durante su labor.
Esta abundancia puntual de alimento que atrae a cientos e incluso miles
de aves (gaviotas, garzas, moritos, limícolas) es muy efímera y a los pocos
días los arrozales enfangados se quedan vacíos de alimento, y por lo tanto tambien de aves.
Hemos probado una sesión de rapaces en unos arrozales ya enfangados
hace días y la sesión como cabía de esperar, ha sido muy floja, ya que durante
las tres horas que estuve esperando solo ha aparecido una solitaria lagunera y
además solo permaneció allí un instante.
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