La Albufera de Valencia es una laguna costera somera situada al sur de
la ciudad de Valencia. Tiene una superficie media de 2.800 hectáreas, de las
que alrededor de 300 corresponde a las matas y orillas y tiene una profundidad
media de apenas 1 metro.
En el interior de la Albufera y en algunos sectores de sus márgenes se
encuentran las matas, en este caso hasta seis y son islotes formados por acumulaciones
de vegetación palustre, tales como el carrizo, la enea, la masiega y la trencadella.
Estas formaciones insulares son de capital importancia como lugar de refugio y
de cria para gran cantidad de aves de la Albufera.
Sin lugar a dudas, la más importante de todas ellas es la mata del Fang
y esta situada en el entorno del Raco de l¨Olla y del centro de recuperación de
fauna del Saler. Es un brazo de tierra
de forma curva que encierra una laguna dentro de L´Albufera, cuyas aguas
renueva mediante los llamados rastres,
que son como canales o acequias que atraviesan la isla.
La mata del Fang tiene consideración de “Reserva de protección integral
de fauna” y es uno de los espacios más valiosos del parque natural.
Respecto a la fauna que la frecuenta, aparte de ser sustento de una
importantísima colonia de ardeidas en verano, son destacables las grandes
concentraciones de anatidas que se producen durante el invierno, con especies
muy numerosas como el pato colorado, al ánade real, el cuchara común o el
porrón europeo, entre otras. Otras especies
abundantes en invierno son el
cormorán grande y el aguilucho lagunero occidental que utiliza las diferentes
matas como dormidero, produciéndose en ocasiones concentraciones de más de 200
ejemplares.
Buenos puntos para contemplar esta mata son la gola de Pujol y el
primer puentecito que te encuentras en dirección al Palmar. Si quieres tener
una visión más aérea, conviene visitar el Raco de l´Olla y subir a su torre
observatorio, desde donde podremos ver con más perspectiva tan interesante
espacio.
Aunque quizás la opción más idónea y cercana para conocer este reserva
de aves sea contratar los servicios de algún barquero (todos los domingos salen
barcas desde el embarcadero de la Gola de Pujol a 4 euros por persona) y dar una
vuelta tranquila por todo su perímetro.
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