Ocupa una gran cantidad de hábitats, siempre que en ellos encuentre algún cortado o escarpe rocoso en el que instalar su nido. No obstante, prefiere las áreas quebradas y abruptas, con abundantes cantiles y tajos, situadas en las inmediaciones de parajes más o menos abiertos, donde abunde la ganadería y las zonas con matorrales ralos.
El alimoche se comporta, mayoritariamente, como una especie estival en nuestro país. No obstante, algunos escasos individuos invernan en Doñana y algunas localidades de Extremadura.
Su alimentación incluye carroña, residuos orgánicos, insectos, pequeños vertebrados e incluso huevos. También es muy dado a asistir al parto del ganado, para devorar posteriormente las placentas e incluso sus excrementos expandiendo así su abanico alimenticio hasta la coprofagia.
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