viernes, 15 de julio de 2016

LAS AMAS DE LA LAGUNA

Hacía más de un mes que no visitaba el hide de Almanara y ya tocaba.
Muy pocas entradas de aves, y la razón no es otra que la laguna que controla el hide se ha convertido en la zona de alimentación de un par de pollitos de cigüeñuela de pocos días de edad y sus progenitores controlan las entradas de otras aves con mano de hierro.
Toda la fragilidad que emana de su grácil y delicado aspecto, se vuelve agresividad sin límites cuando se trata de procurar protección a su pollada. Acosan y expulsan a cuantas aves intentan entran a la laguna donde se alimentan sus crías, sin importar el tamaño de los intrusos pues incluso fustigan a las garzas reales y a los martinetes, y sin valorar si estos intrusos representan una amenaza real para sus polluelos, pues también acosan sin descanso a los inofensivos chorlitejos chicos. 
Pollas de agua, calamones, ánades, etc., tampoco se libran de los ataques de los adultos de cigüeñuela tan pronto como asoman del carrizal, de forma que esta mañana tan solo han tolerado la presencia de sendas familias de lavandera blanca y lavandera boyera. 
Supongo que esta agresividad menguara conforme crezcan los pollos y ya podrán ir compartiendo el espacio con otras aves.


Graciles y delicadas, pero matonas


Los pollitos de las cigüeñuelas





 Familia de lavanderas boyeras
Lavandera blanca



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